Índice de reseñas
Visita a nuestros niños bilingües
viernes, 29 de junio de 2012
miércoles, 27 de junio de 2012
Un personaje para cada mes
El curso ya se termina y con él ya viene la despedida. Los personajes que han convivido con nosotros, y quizás hayan arrojado un puñado de buenos lectores, también se despiden. Darán paso a otros nueve, uno por cada mes escolar, cuyo objetivo es el mismo: concienciarnos en un mundo de valores, hacer de nuestros pequeños y pequeñas unos buenos lectores y ver el mundo desde otro prisma. Tanto en la vida cotidiana como en el mundo de las aulas se
celebran diferentes fechas en recuerdo de acontecimientos del pasado y se
conmemoran hechos y personas que se convirtieron en héroes o en ejemplos para
la posteridad.
El recuerdo de los sucesos del ayer permiten rescatar
y exaltar las virtudes dignas de ser cultivadas, y su homenaje y celebración
debe servir para apoyar la actividad docente actual en una educación en
valores.
Desde El Enebral volveremos a poner nuestro granito de arena.
sábado, 23 de junio de 2012
23 de junio: el día e, día del español
EL IDIOMA ESPAÑOL Y OTRAS COSITAS
Yo nunca me he quedado sin patria. Mi patria es el idioma. (María Zambrano)
Este año el 23 de junio vamos a celebrar el día E, día de la lengua española, con más ganas que nunca.
Desde el año 2009, el Instituto Cervantes viene promoviendo la celebración en toda la comunidad hispanohablante de una fiesta de la lengua que celebramos el sábado más próximo al solsticio de verano. El Día E nació como un proyecto del Instituto Cervantes para difundir la cultura en español en los cinco continentes.
El español es ya la segunda lengua del mundo en cuanto a número de hablantes nativos, el segundo idioma de comunicación internacional y el tercer idioma más utilizado en Internet.
"Hablo y escribo en español cuando quiero expresar en detalle mis emociones, mis sentimientos, una idea. A los otros, a los míos, a mí misma. Aunque a veces no me entiendan. También pienso y sueño en mi lengua: el español. Es por eso por lo que, aunque defiendo a ultranza el aprendizaje de cuantas más lenguas mejor –y en este principio he educado a mis hijos desde que se asomaron al mundo–, ha sido el español mi único puente de comunicación con ellos, desde que los sentía dentro de mi cuerpo hasta el día de hoy". Esta maravilla sobre nuestro idioma lo dijo Elena Ochoa; psicóloga gallega que se dedica en la actualidad al arte y la arquitectura.
Ahora os vuelvo a pedir vuestra colaboración, tal y como lo hizo el año pasado Susana, que de manera magistral, como no podía ser de otra forma, nos propuso escribir en los comentarios nuestra palabra favorita en español. Este año desde el Instituto Cervantes han promovido un microrrelato a través de twitter. Como nosotros ya lo hemos hecho, seguiremos con la idea del año pasado y por eso, os he incluido el vídeo en el que personas muy famosas nos confiesan sus palabras favoritas.
Dulces, serenas, tristes, embriagadoras, amargas, esperanzadoras, alegres…..así son las palabras, fuente inagotable de emociones. Capaces de tejer historias inolvidables, de atraparnos y conmovernos en un mundo en el que la imagen es predominante y en el que la palabra parece estar devaluada.Allá va la mía, y es... mameluco. Además de referirse a un mercenario egipcio, como así lo conocemos del cuadro de Don Francisco de Goya, La carga de los mamelucos, es "necio", "bobo", ¡qué manera más elegante de decirle a alguien lo que es y seguramente que ni se entere! Todos estos políticos, asesores de bankia y demás entidades que nos están llevando a la ruina son unos perfectos "mamelucos".
Posiblemente muchos de vosotros la habréis escuchado este año por primera vez.
miércoles, 20 de junio de 2012
Manuel Godoy: El motín de Aranjuez
Para acabar este curso con los personajes propios de la época que hemos estudiado, me he dejado para el final el que peor me cae. Y no lo digo yo sola, en el libro que os recomendé "Capricho", lo ponen a caldo: mujeriego, veleta, pelota, vengativo, maltratador de género... "Un dechado de virtudes".
Así que leyendo a mi admirada Nieves Concostrina, a la que ya le hemos dedicado unas cuantas reseñas, pensé que lo mejor sería que ella se encargara, con su estilo particular y humorístico, de biografiaros a Manuel Godoy.
¡Qué disfrutéis tanto como yo!
El
año 2008 nos regaló una ristra de aniversarios del bicentenario de la Guerra de
la Independencia que arrancó con uno de los importantes: el 18 de marzo de
1808, apenas pasados unos minutos de la medianoche, una muchedumbre
aparentemente desordenada se fue a casa del ministro Manuel Godoy para cantarle
las cuarenta, darle un vapuleo y obligarle a abandonar el poder. Fue el motín
de Aranjuez, pero aquello de espontáneo tenía menos que nada. ¿Por qué en
Aranjuez?, ¿por qué a por Godoy y quién orquestó aquella farsa de motín
perfectamente calculado?. Pues primero hay que entender en qué situación se
encontraba España: el ejército, descontento; la Iglesia, mosqueada con las
desamortizaciones; la alta nobleza, harta de que el advenedizo ministro Godoy
fuera tan poderoso a cuenta de sus amoríos con la reina; Carlos IV, el rey, a
por uvas; el príncipe Fernando, el heredero, el séptimo, intrigando para quitarle
el trono a su padre; y los franceses, mientras, invadiendo disimuladamente
España por el norte con la excusa de que sólo pasaban por aquí para llegar a
Portugal. Godoy estaba al tanto de todo esto y sabía también que el principal emboscado
era el príncipe Fernando, capaz de conchabarse hasta con el Pato Donald con tal
de conseguir el trono. Godoy intentó convencer a Carlos IV, instalado en
Aranjuez, para que huyera hacia el sur... para que se alejara del avance
francés, pero el rey no aceptó. Los partidarios del príncipe lograron, sin embargo,
convencer a las masas con pasquines y falsos rumores de que, efectivamente, el rey iba a huir de España animado por Godoy.
Así que, esas mismas masas se fueron a por él. En los primeros minutos de aquel
18 de marzo, una multitud asaltó y saqueó el palacio de Godoy en el Real Sitio
con intención de apresar al valido, pero no lo encontraron. Un criado lo
escondió en la zona del servicio, de donde al final salió y se entregó cuando
la sed y el hambre apretaron. El final del cuento: Godoy, al
exilio; Carlos IV, destronado; Fernando VII, proclamado rey; luego, obligado a
devolverle la corona a su padre; su padre, a su vez, se la dio a Napoleón;
Napoleón, a su hermano; y nosotros no hablamos francés de chiripa. Mon Dieu.
domingo, 17 de junio de 2012
TAUROMAQUIA
Los críticos suelen
opinar que el Goya de los grabados es el más genial, pues son obras no
encargadas, que brotan de su imaginación y de su espíritu de artista.
Precisamente es en los grabados donde encontramos la mayor y más ilustre
aportación de Francisco de Goya a la pintura de temática taurina. Así, la
colección titulada “La Tauromaquia” es celebrada universalmente y es, sin duda
alguna, su legado más importante a la iconografía taurina.
La colección se
puede dividir en tres partes diferenciadas:
1) Un primer grupo
lo compondrían las estampas que reflejan los antecedentes de las corridas de
toros y que, según algunos autores, serían ilustraciones literales de datos que
su amigo Leandro Fernández de Moratín había recogido en su “Carta histórica
sobre el origen y progresos de la fiesta de toros en España”.
Carlos V
lanceando un toro en la plaza de Valladolid. Museo del Grabado de Goya –
Fuendetodos. Es una buena muestra de esa sección, pues refleja un
lance de una corrida caballeresca, el antecedente inmediato del toreo a pie. En
concreto es el momento en el que Carlos V lancea un toro en el festejo con el
que se celebró el nacimiento de su heredero, Felipe II.
2) Una segunda
parte la formarían aquellas estampas con las que Goya da a conocer suertes del
toreo que se practicaban en su época, basándose en faenas o acciones de famosos
toreros coetáneos, entre los que cabe citar a Martincho, El
Estudiante de Falces (al que probablemente no llegó a
conocer el artista), Pedro
Romero o Juanito Apiñani.
Ligereza y
atrevimiento de Juanito Apiñani en la de Madrid. Museo del Grabado de Goya –
Fuendetodos. Es muy representativa de esta sección, pues el salto
de la garrocha es una suerte muy practicada a lo largo de la historia del toreo
en festejos profesionales y, del mismo modo, por aficionados en los festejos
populares. Juanito Apiñani, torero de Calahorra que actuó en Madrid y Zaragoza
entre 1750 y 1770, practicaba la suerte del salto de la garrocha, alcanzando
mucha fama por su agilidad.
3) Y en una tercera
sección es donde queda representada la cara más amarga de los toros, con
algunas cogidas dramáticas; algunas, incluso, con resultado trágico, como la de
Pepe-Hillo.
La
desgraciada muerte de Pepe-Hillo en la plaza de Madrid. Museo del Grabado de
Goya – Fuendetodos. Es el suceso más famoso de los reflejados en este
grupo: la cogida mortal sufrida por Pepe-Hillo en Madrid, el día 11 de mayo de
1801, en el momento de entrar a matar al toro “Barbudo”.
Gracias a “goya.fuendetodos.org” podemos ver completa una de las ediciones de “La
Tauromaquia”; así como otras tres ediciones de grabados correspondientes a “Los
Caprichos”, “Los Desastres de la Guerra” y “Los Disparates”.
jueves, 14 de junio de 2012
Un libro para cada mes. Biblioteca 2011/12
Es necesario recapitular y recordar. Estos son ocho de los nueve títulos que con tanta ilusión he trabajado. Se ha tratado de un Proyecto que tuvo sus inicios allá por el mes de julio. Empecé a darle vueltas en que lo interesante de la ANIMACIÓN A LA LECTURA del curso habría de tener un punto de unión: me tenía que basar en una línea educativa de reflexión, de llamada de atención de la comunidad escolar sobre determinadas situaciones que son especialmente preocupantes para la humanidad, y cuya solución o mejora depende tanto de la actuación de los distintos gobiernos como la de cada uno de los ciudadanos.
Tan orgullosa me sentí de lo que íbamos a desarrollar desde la biblioteca que lo presenté a una revista de perfil profesional ESCUELA INFANTIL que tuvieron a bien publicarlo como póster central, allá por el mes de noviembre.
A finales de curso lo he presentardo al concurso denominado PREMIOS A LA ACCIÓN MAGISTRAL que fallarán en el mes de septiembre. La suerte está echada.
Tan orgullosa me sentí de lo que íbamos a desarrollar desde la biblioteca que lo presenté a una revista de perfil profesional ESCUELA INFANTIL que tuvieron a bien publicarlo como póster central, allá por el mes de noviembre.
A finales de curso lo he presentardo al concurso denominado PREMIOS A LA ACCIÓN MAGISTRAL que fallarán en el mes de septiembre. La suerte está echada.
lunes, 11 de junio de 2012
PEDRO ROMERO, TORERO GOYESCO ROMÁNTICO
A raíz de mi ávida lectura del libro que recomendé a los adultos, Capricho, me he encontrado con un personaje alucinante por su dedicación a la fiesta de los toros, por su valentía y por su forma de ver la vida: Pedro Romero, retratado por el maestro Goya, personaje central de este curso que ya se va terminando ¡qué pena!. Cuentan los mentideros de la época que mantenía amoríos con las duquesa de Osuna y de Alba a la vez; ¿leyenda o verdad?
Ahora es el momento de contar un sucedido tal día como hoy pero de 1789.
Sucedió en Madrid, en su plaza de toros
el 17 de junio de 1789. El tercer toro de aquella corrida era de muchos kilos y
bravo como pocos; acometía con verdadera codicia a los picadores, sin volver la
cara. Se puso en suerte el subalterno Manuel Jiménez, de la cuadrilla de
Romero, y la embestida del toro fue tan impetuosa, que materialmente volcaron
jinete y cabalgadura. La impresión del público fue de horror y se produjo un unánime
grito. Aquel hombre estaba cogido, porque a pesar de estar Pedro Romero cerca
de él, al menor movimiento de la capa, el toro que tenía la vista fija en el picador, se arrancaría en
cualquier momento sobre él. Pero le salvó la incomparable pericia del lidiador
que, mirando al toro, vio lo que otro nunca hubiera visto, y con voz imperativa
ordenó: “Tío Manuel, levántese sin cuidado”. Cumplir aquel mandato era peligrosísimo,
porque es sabido que la única manera de defenderse en este caso es quedarse inmóvil,
pero era tal la fe que inspiraba Pedro a sus compañeros, que el picador se puso
en pie despacio, no podía de otra manera, por el dolor, y pudo llegar a la
barrera.
Y entonces el espada se abrió de capa y
se llevó al toro al otro extremo del ruedo.
¿Qué vio el diestro rondeño en aquel
toro, para saber que no acometería?
Ese don de percepción no lo ha tenido
ningún torero más que él.
El genial pintor Francisco de Goya lo
inmortalizó en un retrato y en sus grabados de tauromaquia. Y en su ciudad
natal existen dos monumentos dedicados a su memoria: uno en la Alameda del Tajo
y otro en la Plaza de San Francisco, situada en el barrio rondeño que le vio
nacer. Además, su popularidad en su tierra natal es tal que da nombre a las
fiestas más importante de la localidad, las Fiestas de Pedro Romero, que tienen
lugar a primeros de septiembre, con su tradicional Corrida Goyesca.
Pedro Romero pintado por Goya |
He de confesaros que una de mis "espinitas" es que llevo deseando conocer Ronda desde hace mucho tiempo, y prometo desde el blog hacer esta visita "goyesca" en menos de un año y pondré las fotos en este mismo foro.
Etiquetas:
corridas goyescas,
Pedro Romero,
romanticismo,
Ronda
viernes, 8 de junio de 2012
LA CONDESA DE CHINCHÓN
Esta hermosa imagen de la Condesa de Chinchón es una obra maestra del retrato dentro de la producción de Francisco de Goya. Representa a doña María Teresa de Borbón y Vallabriga, XV Condesa de Chinchón y Marquesa de Boadilla del Monte, a la cual el pintor retrató en diversas ocasiones.
Era hija del Infante don Luis Antonio de Borbón, hermano de Carlos III, quien, a raíz de su matrimonio morganático con Mª Teresa de Vallabriga, perdió para él y su familia todos los derechos propios de la familia real. Tuvo que vivir alejado de la Corte y a su muerte, ocurrida en 1785, sus hijos, María Teresa, María Luisa y Luis María, fueron separados de su madre por orden de Carlos III. En el reinado de Carlos IV, éste decidió casar a María Teresa con Manuel Godoy, príncipe de la Paz y favorito de la reina María Luisa. Al aceptar esta propuesta, ella y su hermanos pudieron regresar a la Corte y se les restituyeron todos los privilegios que habían perdido. Su posición en palacio pasó a ser la más relevante tras la de la reina y sus hijas, y también resultó encumbrado Godoy, ya que así entró a formar parte de la familia real. Se sabe que el retrato fue pintado en Madrid en 1800, a los tres años de la boda, Goya retrata a María Teresa con veinte años de edad, cuando estaba esperando a Carlota, su primera y única hija. Aluden a su estado la postura de su cuerpo y el tocado de espigas de trigo, símbolo de fertilidad desde la antigüedad. La Condesa aparece sentada en un sillón con las manos entrelazadas, adornadas por un anillo con la imagen en miniatura de un caballero que ostenta la Orden de Carlos III, posiblemente Godoy. Este exquisito retrato cortesano está interpretado por Goya con gran agudeza, ya que plasma admirablemente el gesto tímido y la delicadeza del modelo, sin duda desde el cariño que sentía por ella, a la que conocía desde su infancia. La Condesa aparece rodeada por un espacio neutro, en el que el pintor juega con los matices de las sombras, acentuando así la luminosidad de la imagen y su aspecto frágil e indefenso. Tras la caída de Manuel Godoy el cuadro fue confinado con el resto de su colección en la Academia de San Fernando, hasta que en 1813 fue devuelto a su propietaria. En enero de 2000 fue adquirido por el Estado Español a los herederos directos de la Condesa, los Duques de Sueca, y pasó a formar parte de la colección del Museo del Prado. |
martes, 5 de junio de 2012
“ABRE LOS OJOS A LA NATURALEZA Y ABRÁZALA”
5 de junio DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE
Un texto sencillo que nos desvela una pasión de Jaime: plantar bellotas.
Y así lo hace, con perseverancia y alegría, a lo largo de toda su larga vida. Incluso el cuento sigue un poco más allá, cuando él ya no está.
Utilizando como excusa la plantación de una bellota, el tiempo pasa a cada página que dejamos atrás en esta historia, donde se respira una ecologismo latente, a parte de por la incitación a plantar, la presentación del ciclo del crecimiento de un árbol y otros aspectos que aparecen del medio natural, por la reivindicación de la vida placentera y con amigos bajo la sombra de cualquier árbol, por el respeto al paso del tiempo y por la esperanza que deja suspendida en la persona que lee, en su inacabada sucesión de palabras finales.
Esta historia nos deja esa sonrisa por dentro. Una sonrisa que tarda en irse porque tiene que ver con una ilusión.
Un libro recomendable para contar a... ¿tiene edad esta historia?
lunes, 4 de junio de 2012
Víctor en LA FERIA DEL LIBRO
Toda la comunidad escolar conoce a mi alumno, Víctor Pérez Llorente, el que aún, sin poder articular palabra, se tira las horas muertas hablando conmigo. Pues él es el prota de esta reseña, puesto que ha ido a la Feria del libro de Madrid, y le han firmado unos libros que ha adquirido y nada más y nada menos que por Guillermo Fesser, componente del dúo GOMAESPUMA.
Gracias Víctor por querer compartirlo con todos nosotros y, el resto nos va a disculpar, pero vamos a poner esta reseña a tamaño súpergrande para que lo veas bien y puedas escribir con tu prodigioso pie derecho un comentario, si es que te apetece, y si no díselo a Lasole, que si le apetece y tiene un rato que nos cuente algo.
Un beso a ambos con el permiso de todos los demás porque sois C...AMPEONES. Os quiero.
viernes, 1 de junio de 2012
"DON FRANCISCO DE LOS TOROS"
Don Francisco, el de los toros
Francisco de Goya nació en Fuendetodos (Zaragoza), en una época en la que el toreo a pie ofrecía sus primeros esbozos y al tiempo que veían también la luz Costillares, Pepe-Hillo y Pedro Romero, quienes compondrían años después el primer gran trío de figuras coetáneas del toreo y entablarían en los ruedos la primera gran rivalidad taurina de la historia. Algo de lo que Goya, muy aficionado a los toros, fue testigo directo.
Es más, Goya nació y creció en una tierra en la que, por entonces, se practicaba un toreo de suertes muy populares y se cuenta que “don Francisco el de los toros”, tal y como él mismo solía llamarse, toreó en sus años mozos. No se sabe a ciencia cierta si fue así o no; y, en caso afirmativo, qué tipo de toreo pudo practicar.
Lo que sí es cierto es que Goya, en su época de pintor de cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, fue autor de un cuadro que lleva por título “La novillada”, del que algunos estudiosos mantienen que el joven vestido de rosa que aparece en la parte central de la escena es el propio pintor aragonés, que se habría autorretratado capeando a un toro.
La novillada (1780). Museo del Prado - Madrid. Dentro de una serie dedicada a las diversiones populares durante el reinado de Carlos III, Goya representa por primera vez en su vida artística una obra de temática taurina: una jornada popular de toros.
Su formación como pintor, sus aspiraciones y los cargos que fue logrando en la Corte limitaron la libertad de Goya a la hora de elegir la temática de sus cuadros y, quizás por ello, no trató la temática taurina durante las primeras épocas de su carrera artística más que en este cuadro.
Francisco de Goya nació en Fuendetodos (Zaragoza), en una época en la que el toreo a pie ofrecía sus primeros esbozos y al tiempo que veían también la luz Costillares, Pepe-Hillo y Pedro Romero, quienes compondrían años después el primer gran trío de figuras coetáneas del toreo y entablarían en los ruedos la primera gran rivalidad taurina de la historia. Algo de lo que Goya, muy aficionado a los toros, fue testigo directo.
Es más, Goya nació y creció en una tierra en la que, por entonces, se practicaba un toreo de suertes muy populares y se cuenta que “don Francisco el de los toros”, tal y como él mismo solía llamarse, toreó en sus años mozos. No se sabe a ciencia cierta si fue así o no; y, en caso afirmativo, qué tipo de toreo pudo practicar.
Lo que sí es cierto es que Goya, en su época de pintor de cartones para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, fue autor de un cuadro que lleva por título “La novillada”, del que algunos estudiosos mantienen que el joven vestido de rosa que aparece en la parte central de la escena es el propio pintor aragonés, que se habría autorretratado capeando a un toro.
La novillada (1780). Museo del Prado - Madrid. Dentro de una serie dedicada a las diversiones populares durante el reinado de Carlos III, Goya representa por primera vez en su vida artística una obra de temática taurina: una jornada popular de toros.
Su formación como pintor, sus aspiraciones y los cargos que fue logrando en la Corte limitaron la libertad de Goya a la hora de elegir la temática de sus cuadros y, quizás por ello, no trató la temática taurina durante las primeras épocas de su carrera artística más que en este cuadro.
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